Armilaria de color miel
Armillaria mellea
Clase: Basidiomycetes
Orden: Agaricales
Familia: Physalacriaceae
Género: Armillaria
Especie: Armillaria mellea (Vahl) P. umm. (1871)
Especie parásita que produce daños irreparables en los arboles y acaba comportándose como saprófita.
Aparece en otoño en colonias de numerosos ejemplares unidos por la base del pie en tocones de árboles de todas las especies, en particular de encina. Puede aparecer tambien, aunque en número menor, en el suelo, pero en este caso está también conectada directamente por el micelio a algún tronco cercano. Suele desarrollarse primero sobre raíces y tocones muertos, desde donde fácilmente puede pasar a atacar árboles vivos. Es un hongo patógeno forestal. No es raro encontrarlo en cultivos de frutales o en parques y jardines, además de en el bosque.
Sant Bertomeu del Grau. Osona. Noviembre 2011
Sombrero que puede alcanzar los 15 cm, de convexo a aplanado u ondulado, algo deprimido en la vejez y ligeramente mamelonado, de color miel aunque a veces con tonos amarillentos, suele estar recubierto de pequeñas escamas parduzcas que tienden a veces a desaparecer por causa de la lluvia.
Láminas decurrentes, de color claro cuando la seta es joven, después amarillentas, manchándose de pardo o rojizo en la vejez.
Pie largo, curvado e incluso fusiforme, de color ocre amarillento, que se va volviendo marrón con el tiempo. Posee un anillo amplio, membranoso y persistente de color amarillento.
Carne blanquecina y firme en el sombrero, leñosa y fibrosa en el pie, de sabor suave en los ejemplares jóvenes, amargo y desagradable en los ejemplares adultos, y de olor fuerte no muy agradable.
Armillaria mellea causa la muerte de un gran número de árboles tanto en plantaciones de frutales como en repoblaciones forestales. El micelio crece por debajo de la corteza nutriéndose del cambium de todas las raíces vivas que encuentra a su paso. Cuando ha acumulado suficientes nutrientes, en noviembre o diciembre, produce las setas cargadas de esporas para reproducirse. En su crecimiento tiene predilección por las raíces y respeta la corteza del tronco y las ramas, es decir, ataca las partes subterráneas del árbol. Si encuentra alguna raiz de otro árbol sensible también lo invade, de manera que llega a afectar grandes extensiones de terreno, yendo de árbol en árbol.
Sant Bertomeu del Grau. Osona. Noviembre 2011
Fructifica desde septiembre hasta principios del invierno. Crece de forma cespitosa en grupos de numerosos individuos sobre tocones de diversos árboles.
Esta especie es capaz de producir luz por bioluminiscencia
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